sábado, 20 de enero de 2018

Nefasto Ministro de trabajo tiene la Argentina


Una radiografía de cómo se manejan los personeros de los monopolios y terratenientes en el gabinete del gobierno de Macri.
La difusión de un mensaje de voz de WhatsApp del ministro de Trabajo Jorge Triaca, a su ama de llaves de su quinta familiar, generó un revuelo político no sólo por el destrato personal a la misma sino también porque puso al desnudo el manejo de los fondos de un sindicato intervenido, como si fueran propios. Y la designación de “hijos y entenados” en todo lugar al que pudiera acceder desde su posición ministerial, cosa “normal” en este gobierno de gerentes de monopolios y terratenientes.

Buscando frenar la avalancha, el jefe de Gabinete Marcos Peña salió a respaldar a Triaca, tratando de circunscribir todo a un simple “exabrupto” con una ex empleada: "Para nosotros no está bien, está mal lo que ocurriócon el exabrupto, pero él ya pidió disculpas", dijo Peña. Aunque, después, tuvo que calificar como “un error” el que el ministro “eligiera” a su empleada doméstica como interventora del SOMU.


En el audio en cuestión se oye al Triaca gritar a su empleada: “¡Sandra no vengas, eh! No vengas porque te voy a mandar a la c… de tu m… ¡Sos una p…!”. Pero sus posteriores disculpas no son hacia la persona maltratada, Sandra Heredia, sino para los “castos oídos” de sus pares, lamentando no el hecho sino su posible utilización política: “Pido disculpas por el exabrupto que circula en un audio. El mismo es en el marco de un diálogo personal, no condice con mi manera de actuar ni refleja mi forma de ser, y lamento que haya sido utilizado para sacar rédito de él”.


Después, cuando se supo que Triaca la había hecho designar en blanco por la intervención judicial en el Sindicato Obreros Marítimos Unidos (SOMU), aunque negó haberlo hecho para que tuviera “un extra” con fondos ajenos –por la miseria que le pagaba por la multiplicidad de tareas que tenía en su quinta–, lo justificó diciendo que en esos casos había que nombrar personas de la confianza del ministro. Lo mismo que se dijo cuando se nombró con un sueldo en blanco a un ex asesor de Gladys González –la interventora que ubicó Mauricio Macri en representación del Poder Ejecutivo y actual senadora nacional–, y a un abogado muy cercano al ministro de Trabajo. En lo que tampoco es una excepción el juez interviniente, Rodolfo Canicoba Corral, quien también nombró gente propia: su cuñado está a cargo de la obra social.
En cuanto a los “acomodos” en dependencias del Estado, los “errores” de Triaca volvieron a hacer recordar que, en diciembre, su hermana Mariana fue designada en el directorio del Banco Nación. 

Hecho que trajo a escena que su otra hermana, Lorena, se desempeña como directora de la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional, y que su esposa María Cecilia Loccisano es subsecretaria del Ministerio de Salud, donde maneja el grifo financiero a las obras sociales sindicales, con el que se chantajea a los gremialistas díscolos con el gobierno. En cuanto a su hermano Carlos, a nombre de quién se blanqueó a la empleada destratada por el ministro, aunque no es funcionario se recordó que habría prestado sus servicios de contador durante la campaña electoral de Cambiemos.

También en el Ministerio de Trabajo hubo a fin de año una designación que ha sido cuestionado: nombró a Pedro Diego Frankenthal subdirector nacional de Relaciones del Trabajo, área que tiene a cargo conflictos por despidos y condiciones laborales. Frankenthal fue el abogado de Mariano Martínez Rojas, Sergio Szpolski y Matías Garfunkel para coordinar la estrategia de despidos y el desalojo de los trabajadores de los medios del Grupo 23.

Toda una radiografía de cómo se manejan los personeros de los monopolios y terratenientes en el gabinete del gobierno de Macri.

                                                                   Eugenio Gastiazoro

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