Matteo Salvini, líder de la Liga (izquierda) y Luigi Di Maio, líder del Movimiento 5 Estrellas (derecha). (Foto sacada de internet que circula libremente)
La inestabilidad política ha sido, y sigue siendo, una marca de la burgesía de toda la costa del mar mediterráneo en este caso, la burgesía italiana, en especial cuando la desaparición de la vieja Democracia burguesa Italiana del siglo XX –que funcionaba como una especie de partido de centro sobre el cual giraban los gobiernos de turno– abrió el camino a la alternancia en el poder de las dos nuevas coaliciones competitivas, la centro derecha y la centro izquierda, apoyadas por el resto de la clase obrera italiana.
Italia: La burguesía italiana ya casi no le encuentra la mano a como manejar el interior de su territorio. Eso se ve reflejado en el movimiento político e inestabilidad política como lo define el marco conceptual burgués.O el reflejo de la lucha de clases en el marco electoral como lo define el otro marco conceptual de una parte del marxismo.
La tradicional inestabilidad política de la península italiana ha merecido la atención no sólo de los estudiosos y periodistas sino también de los políticos italianos quienes, durante décadas, llevaron adelante conversaciones, debates y acuerdos frustrados tendientes a dar vida a un nuevo sistema electoral que favoreciera la formación y permanencia de coaliciones estables y, con ello, ampliara la permanencia y mejorara la gestión de los gobiernos de turno burgueses. A esto los burgueses lo llaman “gobernabilidad”.
Como reflejo de esta lucha de clases en el ring electoral. Finalmente, el Parlamento burgués aprobó nuevas reglas para las elecciones que, a partir de la mixtura del sistema proporcional con premio de mayoría y el uninominal, permitiría –se dijo– la formación de una mayoría clara necesaria para establecer un gobierno homogéneo y durable para los burgeses. Esto no sucedió. Por el contrario, las elecciones de marzo de 2018 repitieron la vieja lección: un país fragmentado políticamente y carente, por lo tanto, de mayorías parlamentarias estables que alumbren gobiernos perdurables. Ya hay regiones internas de Italia que son autónomas del gobierno central.
Sin embargo, a pesar de que la historia parece repetirse, las recientes elecciones modificaron el sistema político italiano. El Movimiento 5 Estrellas (M5s), un partido nuevo, emergió victorioso de la compulsa electoral y, lo que es más significativo, todo indica que podría ocupar el lugar del Partido Democrático en el sistema partidario del país. Esto demuestra que la burguesía de todo el planeta ve en este inicio del siglo XXI que la gobernabilidad ya no se hace con Partidos Políticos, sino con frentes o bloques… Por ejemplo CAMBIEMOS en Argentina…
Si el Movimiento 5 Estrellas toma el lugar del Partido político del Partido Democrático. Estaríamos ante un cambio significativo de los liderazgos políticos en la península, comparable con la caída de la llamada 1ra. República, cuando la desintegración del sistema de acuerdos que piloteaba la Democracia Cristiana dio lugar a la alternancia de las dos coaliciones que se sucedieron en el poder hasta el presente: el centro derecha y el centro izquierda. Pero de fondo es una reorganización de la burguesía Italiana para no perder más terreno.
Esta hipótesis se ve reforzada por el fracaso electoral de los líderes tradicionales de ambas coaliciones: Silvio Berlusconi, de Forza Italia (centro derecha), y Matteo Renzi, del Partido Democrático (centro izquierda). Berlusconi perdió ante Matteo Salvini (Lega) dentro de la coalición que ambos integran cómo burgueses, mientras que el Partido Democrático de Renzi obtuvo el 3er. lugar en la elección general. Dado que un sector de la clase obrera quiere cambios más radicales en materia de derechos sindicales y acceso a la tierra y a la vivienda.
La victoria de Di Maio (M5s) y Salvini (Lega), jóvenes y nuevos en la política, integrantes de dos coaliciones electorales opuestas, motiva un cambio en los liderazgos y obliga a re-formular para los burgueses parte de la superestructura de dominación para con la clase obrera. Como entrarían acá los medios de comunicación, el ciber espacio, el campo cultural, etc.
El Partido Democrático tuvo en estas elecciones una triple derrota: quedó relegado al tercer lugar, acabó con la corta carrera de su joven líder, Renzi, y perdió bastiones electorales tradicionales en manos del M5s. Y en manos de un sector de la clase obrera que va tomando conciencia de clase.
Cómo quedo la dominación burguesa sobre el territorio italiano: la península aparece partida a priori en dos: el centro derecha en el centro norte y el M5s en el centro sur e islas; unas escasas pinceladas aquí y allá dan cuenta de una presencia insignificante del Partido Democrático que venía gobernando el país.
Los partidos que se han alternado en el poder de Italia se ven obligados, de golpe, a ser oposición, y sus líderes, a entregar el poder partidario. Pero eso es solo mediático. De fondo son títeres y fusibles de las familias tradicionales burguesas del senado italiano. Tan solo eso es el M5s.
Dentro de estos hechos vemos cómo algunos analistas se inclinan por la primera hipótesis y anuncian la llegada de la Tercera República…. Burguesa CLARO ESTA, DONDE LA CLASE TRABAJADORA SEGUIRA SIENDO EXPLOTADA… Así entendemos que la aristocracia italiana (como la del resto de la unión europea) dejo entrar inmigrantes africanos para tener mano de obra barata y poder competir con los otros ejes productivos del planeta el EEUU-japones (y aliados) y el Ruso- Chino.
Por lo pronto la Italia de la 2 República o de la tercera son burguesas y sus trabajadores y trabajadoras tendrán que trabajar explotados dentro de un marco jurídico burgués. Donde la plusvalía es toda de los empresarios. Y miles de inmigrantes trabajan casi por la comida nada más… Gobierne el Partido Democrático o el M5s. Son simplemente burgueses.
Anixio Texeira (Teólogo)
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